Ahí
en la libertad
se pone de pie una mujer desnuda
que iza su cabello al viento
como una bandera.
Entre las miradas que la rodean
su cuerpo es paisaje
su vientre es un nido
sus caderas un puente
su almanaque una emboscada
su pecho es pan y trigo
sus brazos extendidos son una cruz
su corazón es Dios
y sus manos son aves
que rayan el cielo sobre el mar.
Cuando duerme
el sueño le arropa los ojos
para invitarla a tejer la silueta
de la aurora en su cama de nubes.
En la libertad
se desnuda una dama hermosa
entre las sabanas de un poema
donde descansan mis ganas.
Bajo el silencio del universo que la escucha
respira por la boca
y se percibe su voz
como un relámpago de espuma
que susurra entre las olas.
Cuando camina
el reloj ya no palpita
los ojos se derriten
el hambre es un pecado
la imaginación abre su jaula
y el mundo que es un caballero se pone de pie
porque lo extraordinario y sublime tiene un rostro de mujer.