“Mi historia, es la historia de un niño que despierta y advierte el mundo como el dolor instituido, que quisiera convertir en rosas y juguetes todas las espinas de la tierra.”
Canción Antes del Odio – Mateo Morrison
El domingo pasado, 23 de junio, tuve el gusto de conocer al poeta dominicano Mateo Morrison, mientras compartía una plática con otro par de amigos poetas en la linda isla de Santo Domingo. Lo escuché hablar de sus gustos literarios por escritores latinoamericanos como Cortazar, Vallejo, Márquez, Borges y otros grandes.
No sé si se va a recordar de mi. Pero espero que mi libro Versos en Alquiler que se logró infiltrar en su maletín negro, le haga saber que a mi también me gusta mucho la poesía. Aunque realmente, eso es lo de menos. Lo que importa aquí, es yo escribí esta breve publicación para que todos mis amigos lo conozcan a él y a su trabajo lleno de fuerza, sencillez y lucha.
En Principio
En principio, quien dijo amor no habló de guerra ni mencionó que
un hombre, estrujaría la alegría de otros hombres.
Que la risa sería patrimonio de unos cuantos.
Nadie dijo, en principio,
que las flores de todos los jardines
serían sólo adorno de salones y de tumbas y la tierra y el mar y hasta el aire
estarían fraccionados en latifundios.
No, no fue el acuerdo
romper los corazones más humildes
y exhibirlos por todos los mercados
impedir que salga la palabra por las bocas hambrientas
hacer rodar la débil esperanza de los niños,
no, en principio hablamos de un amor correspondido,
no de una siembra sólo alimentada por nosotros.
Entonces son mis palabras.
Que este juego desigual:
Yo el golpeado por el tiempo ? tú el acariciado por la suerte
Yo el golpeado por la suerte ? tú el acariciado por el tiempo.
Esta paz invertida y desastrosa
puede que sea tu paz, pero es mi guerra.