“Vive y deja vivir”, “En los gustos se rompen géneros”, “Libertad de expresión” y no se cuantas líneas mas podría citar sobre el derecho y el respeto que se debe tener sobre las satisfacciones y placeres personales que cada individuo tiene, porque al final de cada jornada “sobre los gustos no hay nada escrito”… esto es solo un intento. Quiero que quede claro que esto es solamente un boceto.
El alma es liberal y sus emociones son instintivas y naturales. El gusto es sinónimo de entretenimiento y crecimiento interno de quien lo vive. El respeto, debería de ser un sentimiento similar para el espectador. Los gustos no son un requisito para ganar una competencia, ni deben usarse para ofender a quienes no los comparten. Criticar esta bien, cuando se hace para crear una reflexión saludable o un debate constructivo. Juzgar es tarea de los impertinentes. Imponer es de dictadores. La opinión debe servir para mostrar la elegancia de nuestra intelectualidad y tolerancia, no para lucir un atuendo sucio de mediocridad y antipatía. El mundo esta cansado y la sociedad ya esta suficientemente manchada de violencia y resentimiento para que nosotros seamos parte de este escenario.
Decidamos que hacer con nuestra vida. Dejemos que los demás decidan que hacer con la suya. Lo hermoso de respetar los gustos y creencias de los demás, es que nos da tiempo y espacio para disfrutar lo que nosotros elegimos libremente. La belleza estética de la libertad de expresión se aprecia mejor cuando se maquilla con respeto, no con soberbia y desprecio.
Si sos seguidor de la mejor religión, si apoyas al mejor partido político, si escuchas la mejor música, si le vas al mejor equipo, si ves las mejores películas, si lees los mejores libros, etc., disfrútalo todo sin molestar a los que no tienen tus mismos gustos. O aprende a compartirlos con ellos educadamente y quizas hasta te podas encontrar con una sorpresa muy agradable.
Me parece siempre pertinente referirse a estas cosas, por obvias que parezcan.<br /><br />Creo que no debe omitirse el debate y la discusión de ideas, y aunque surjan divergencias y conflictos, tampoco hay que temer a estos, y desde luego todo esto puede hacerse con respeto y dignidad.<br /><br />Si no somos críticos, se corre el riesgo de que como "todo vale", da exactamente lo mismo
Muy acertado German. La clave, como lo mencionas, es el respeto.<br />Salu2,