Después de haber estado en el primer concierto de Joaquín Sabina en el Auditorio Nacional en la Ciudad de México el pasado 13 de abril del 2010, no pude dejar pasar la oportunidad de concluir un par de líneas que tenia en mi cabeza inspiradas en un tema que él compuso llamado “Mujeres Fatal” del disco “Esta Boca es Mía” de 1994 creo. Cuando lo escuche la primera vez lo primero que pensé es que yo también conocí de alguna forma en algún momento a estas llamadas “Fatal”, solo que a mi parecer eran a veces de otro tipo… “Letal”. La cuestión es que yo me encargue de descomponer la increíble canción de Joaquín para crear un tema propio. Espero que no sea una falta de respeto al “flaco” ni a sus seguidores ni mucho menos a las mujeres, sino que sea un relato que da continuidad a la exquisita variedad de Mujeres Fatal. Aunque me saquen la lengua cuando les escribo yo se que hay mujeres que aun se creen todo lo que digo…

Hay mujeres con curvas y desvíos que no se deben tomar
hay mujeres que dejan migajas en el olvido para que las vuelvas a encontrar
hay mujeres que llevan el paraíso al penthouse de la soledad
hay mujeres que se carcomen los muebles mas finos de la seguridad.

Hay mujeres que son buenas amas de casa en el corazón
hay mujeres que abren sus brazos para convertirte en parte de su tripulación
hay mujeres que instalan en el universo un parque de diversión para dos
hay mujeres que entran sin permiso y se van sin decir perdón.

Hay mujeres incendio, mujeres champagne
Hay mujeres sin suelo, mujeres de pan
Hay mujeres de espejo
Hay mujeres de hierro
Mujeres letal.

Hay mujeres que remiendan el alma con las prendas que olvido la pasión
Hay mujeres por las que se vende más de una costilla y la mitad de un pulmón
Hay mujeres que prefieren aniversarios de todos los días
Hay mujeres que no saben si del amor huyen o son perseguidas.

Hay mujeres que dan visa a cualquier parte con una sonrisa
Hay mujeres que encierran en su pecho un invierno sin camisa
Hay mujeres que tienen alas pero anhelan un nido
Hay mujeres que ya no caben en lo que escribo.

Prefiero recordar las cosas que aquí he escrito,
para poder olvidar las otras que solo he pensado.

Hoy busqué una estrategia para ganar la guerra y me venció la paz.

Si se descuida !hoy le levanto la falda a la vida!

Mi amigo Leonardo Rosales me ha insistido desde hace unos días que quiere escribir un poema “a cuatro manos”… una especie de colaboración entre el y yo. Pero yo la verdad, preferí escribir sobre el. Así que de esta forma fue como le perdí el respeto (tendrían que ver como en un chat comenzó toda esta irreverencia al desamor!):

Pongamos que escribo de leo,
sobre la página en blanco que hay en el cielo de su cama,
del polizón que viaja por sus almohadas,
de como él olvida nombres en un crucigrama,
de eso escribamos…
de por qué el canalla superó al caballero,
de por qué las damas ya no son primero,
de por qué no entiende si esto es un poema a cuatro manos
o es un duelo del amor entre una cualquiera y un fulano.

Mejor escribamos de leo,
y hagámoslo canción,
o mejor olvidémoslo y lo firmamos con derechos de autor,
hagamos de su corazón una gran casa de citas,
un parque de diversión para señoritas,
que cuando comience la tristeza suene a canción
que suene a despedida,
a la sal y el limón con que brinda el desamor en el bar de las heridas,
a el punto de partida que se deja con las partidas,
al caramelo que envenena la boca cuando se dice adiós,
al jaque mate que nos hacemos los dos.

Escribamos de leo,
y hablemos de lo que ya no escribe,
del corazón donde ya no vive,
de eso escribamos…
del bueno, del malo y de leo,
de las mujeres que solo se mencionan en las cantinas,
de estos versos que hicimos sin rimas,
de esos recuerdos que nos tiramos en las esquinas,
de las vírgenes de su amargura,
de la botella oscura que ya no lo cura,
de las caricias vacías que auxilian,
de las manos amigas de las que se exilia.

Pero escribamos de leo,
y de las cosas que el piensa y yo no creo,
para que se fugue en un tranvía llamado deseo,
para que recordar no le salga tan caro,
para que el futuro ya no tenga reparo,
para que cupido no regrese hasta nuevo aviso,
para que la libertad nos recoja del piso,
para que la tentación le quite la camisa,
para que en los escotes se encuentre una sonrisa,
para que el reloj vaya de prisa,
para que este “peque” tenga “cuate”,
y este cuate, peque.

A mis amigos que se cayeron y no levanté,
a los que me hicieron daño con la verdad,
aquellos que fueron egoístas y me dieron todo,
a los que me escuchan cuando no hablamos.

A mis amigos que no conozco
porque tienen cosas más grandes por hacer,
a los que viví,
a los que provoqué
a los de la suerte.

A mis amigos con los que perdí el tiempo
para ganar experiencia,
a los que no brindan cuando escribo,
a los que hubiesen dado todo por ser mis enemigos,
a los de la infancia
quienes aún juegan pelota en mi memoria y le ganan al olvido.

A mis amigos que susurro en un vaso
porque no están, pero me esperan.
A mis amigos por obligación
a los de palabra
a ese que me espía en los espejos,
a mis amigos con los que no tengo nada en común
más que la amistad
y al que palpita en el corazón de mi Mamá.

A mis amigos que me pusieron alas en los zapatos,
a los que tienen bolsa de aire en los abrazos,
a los que me robaron mi bicicleta y yo a sus hermanas,
a mis amigos
con quiénes conquistamos el mundo cinco veces a la semana,
a los que admiro en secreto,
al que se clavó en una cruz para que yo fuera perfecto,
a los que me apuestan,
a los que me venden
y a los que me retan.

A mis amigos…

A los que nunca les es difícil ser verdaderos y que siempre han estado ahí… muchas gracias.

Mi insomnio es un demonio que viene por las noches a contarle a mis ojos cuentos para no dormir.

Estas lineas las escribí hace unos cuantos años atrás, calculo que unos 8 o 10 años probablemente. Me gusta pensar que esta es algo así como mi 9a. sinfonía! Cada vez que las leo, dejan en mi una sencilla sensación de humildad y felicidad que espero se la pueda regalar a quien también las lea. Así que comiencen este año nuevo con una sonrisa! (luego miren el video)

Vengan conmigo…
pues hoy los invito a sonreír
los invito a que escriban en esa boca
una sonrisa con buena ortografía
para que la entiendan aquellos que saben leer
ese detalle,
ese arte
esa posibilidad
ese don
esa simple habilidad de ser feliz.

Porque en una cara no hay sonrisas discretas
ni imperfectas
y no hay ninguna que se mida o se compare
pues cada una de estas obras
tiene un derecho reservado de autor
que algunas veces cambia de edición
ya que tiene un diferente sentido del humor
o un color impreso de carmin
y hay muchas otras que no tienen fin.

Sonrían sin importar el motivo o la causa
el precio o la desgracia
rían, como burlando a la nostalgia
o como un truco de magia para sorprender a la tristeza
no importa la experiencia o la destreza
ni la necesidad o el día
rían, como para adornar la vanidad
o bien para invadir una fotografía
o como abordando la vida en un viaje de primera clase.

Para reír, no es preciso buscar audiencia ni escenario
ni tener un inventario de sonrisas, ni un diccionario que las defina
ni mucho menos un repertorio exagerado
que interprete la alegria, la virtud, el sarcasmo
la esperanza, la elocuencia o la ironía
ya que con la voluntad basta
pues con éste asunto la felicidad no se gasta.